Hector Mata Studio
El artista peruano-estadounidense Héctor Mata ha desarrollado durante la última década, un método potente aplicado tanto la fotografía conceptual y al vídeo. Esto ha dado un giro sorprendentemente provocador con su reciente trabajo en las artes visuales, en el que aborda temas de actualidad.
Si antes, cuando estaba en sus veinte años, su postura era la de un reportero gráfico comprometido, ha desarrollado una propuesta visual fina, en parte por la búsqueda de la información que conversa con los aspectos de investigación y la empatía del individuo que se involucra en el fotoperiodismo ; y, por otra parte, en el espíritu de las narrativas visuales contemporáneas. Mediante el uso de filtros conceptuales sutiles, Mata pone el acento en el desplazamiento de la experiencia de lo real, en la construcción de sus imágenes fotográficas, e introduce los dispositivos de encuadre para canalizar la emoción. En el vídeo, Mata ha fusionado su inclinación por la construcción de significado a través de la visualidad cuidadosamente estructurada de las imágenes y la generación expresiva del ritmo a través de la edición, con un punto de vista sobre los objetos e individuos que revela no solo su comprensión del hombre de la calle como actor en la vida cotidiana - uno cuyo destino puede cambiar dramáticamente en el fragor del momento - sino que también puede ponerse a la altura de la situación y transformar el lugar común rechazar todos los pre-conceptos. Los personajes de sus relatos en video, más a menudo que no, son héroes sin los actos heroicos y hazañas que el público quiere ver; y es interesante tener en cuenta que Mata, por su parte, no parece estar interesado en retratar aquellos auto-inventados y auto-promovidos antihéroes.
En su obra reciente, Mata está explorando la experiencia de la imagen en movimiento, induciendo al participante en un trance hipnótico. El mundo descrito en los últimos vídeos nos muestran lo que parece ser paisajes urbanos en movimiento perpetuo. Una visión abstracta sucia de las ciudades en su constante transformación. El uso del sonido que diseña con cuidado, acelera el sentido de la fluidez y la no permanencia de la materia. La realidad tal como lo percibimos, se ha ido. Una nueva realidad la reemplaza.
Limbo
Héctor Mata, fotógrafo, se convirtió en testigo de la migración ilegal que atraviesa la frontera entre México y los Estados Unidos. No solo de la migración sino también de lo que muchas veces es su tristísimo fruto, cuando no el más amargo: el desarraigo. Nunca pretendió ser el testigo clave, pero cumplió con el compromiso asumido de ser testigo de algo que para muchos es tan obvio que pareciera no merecer ser relievado. Ahora que ya no recorre palmo a palmo el terreno geográfico, como al principio, toda exposición del conjunto de trabajos que recoge su singular y privilegiada experiencia como testigo, renueva su mirada y sin él quererlo, se torna universal en la respuesta de quien observa y empatiza con lo que hay en este Limbo.
Mata hizo de la fotografía su instrumento, pero tomó decisiones preclaras en el proceso. Para empezar, prefirió obviar la práctica fotográfica más común frente a situaciones de esta índole, es decir, la de generar noticia acerca de o en torno a la migración; o a las historias en primera persona de migrantes. También evitó el documentalismo más directamente testimonial, aquel que busca profundizar en el encuentro con un destino personal marcado por vivencias y golpes por igual, y que aspira a desplegarse exhaustivamente además. Lo suyo no es el terreno de una fotografía encarada desde un post-humanismo político, sino el territorio relativamente nuevo, no colonizado del todo aun, en el que el arte neo-conceptual se casa con el estilo documental contemporáneo. De esta unión, la obra de Mata deriva un halo poético que se asienta y deposita como pátina tanto en las imágenes de la serie fotográfica, como en los desechos y objetos abandonados, recolectados y que, a menudo, figuran fotografiados por él en la serie.
Encuentra el tono de la intimidad para ingresar en esta historia nada oficial, a través, en parte de la parquedad con que asume la fotografía: un arte sin efusividad emocional pero con una compasión contenida. En parte, también, por los formatos que emplea: en su dimensión reducida, a contracorriente de las copias o impresiones espectaculares, dignifica la orfandad y la desposesión; así como ilumina la falta, la ausencia y la pérdida. La depuración de la que ha sido objeto su serie en el proceso de su construcción también da cuenta elocuentemente de que como artista, reconoce e instala, a nivel de concepto, la fragmentariedad del conocimiento que ha desarrollado con respecto al tema. Una postura ética vertebra esta propuesta neo-conceptual y la transforma alimentando su posible irradiación social.
La migración conlleva un desgarro, siempre particular y diferente en origen para cada migrante, y el testigo debe asumirse como tal empezando por el proceder que adopta en su aproximación. Héctor Mata conmueve y mueve a reflexión sin erigirse en un autor omnipresente, al que el mundo actual de las artes visuales nos tiene habituados.
Y este es un logro mayor, limpio y contundente como pocos.
Jorge Villacorta Chávez, Lima, junio 2012
La serie está conformada por 29 imágenes sin título, numeradas no consecutivamente en números romanos. En 2011, el artista hizo una edición de cinco portafolios de la serie, numerados del 1 al 5 (y dos de pruebas de artista).
Hector Mata Studio
El artista peruano-estadounidense Héctor Mata ha desarrollado durante la última década, un método potente aplicado tanto la fotografía conceptual y al vídeo. Esto ha dado un giro sorprendentemente provocador con su reciente trabajo en las artes visuales, en el que aborda temas de actualidad.
Si antes, cuando estaba en sus veinte años, su postura era la de un reportero gráfico comprometido, ha desarrollado una propuesta visual fina, en parte por la búsqueda de la información que conversa con los aspectos de investigación y la empatía del individuo que se involucra en el fotoperiodismo ; y, por otra parte, en el espíritu de las narrativas visuales contemporáneas. Mediante el uso de filtros conceptuales sutiles, Mata pone el acento en el desplazamiento de la experiencia de lo real, en la construcción de sus imágenes fotográficas, e introduce los dispositivos de encuadre para canalizar la emoción. En el vídeo, Mata ha fusionado su inclinación por la construcción de significado a través de la visualidad cuidadosamente estructurada de las imágenes y la generación expresiva del ritmo a través de la edición, con un punto de vista sobre los objetos e individuos que revela no solo su comprensión del hombre de la calle como actor en la vida cotidiana - uno cuyo destino puede cambiar dramáticamente en el fragor del momento - sino que también puede ponerse a la altura de la situación y transformar el lugar común rechazar todos los pre-conceptos. Los personajes de sus relatos en video, más a menudo que no, son héroes sin los actos heroicos y hazañas que el público quiere ver; y es interesante tener en cuenta que Mata, por su parte, no parece estar interesado en retratar aquellos auto-inventados y auto-promovidos antihéroes.
En su obra reciente, Mata está explorando la experiencia de la imagen en movimiento, induciendo al participante en un trance hipnótico. El mundo descrito en los últimos vídeos nos muestran lo que parece ser paisajes urbanos en movimiento perpetuo. Una visión abstracta sucia de las ciudades en su constante transformación. El uso del sonido que diseña con cuidado, acelera el sentido de la fluidez y la no permanencia de la materia. La realidad tal como lo percibimos, se ha ido. Una nueva realidad la reemplaza.